La cultura científica tiene un peso cada vez mayor en el mundo contemporáneo. Su relevancia deriva del impacto de sus aplicaciones en todas las esferas sociales y por el papel creciente que tiene en la orientación de las políticas públicas en ámbitos como la salud, el ambiente, la tecnología o la economía. La transferencia de conceptos, lenguajes y teorías científicas a la vida cotidiana contribuye, como nunca antes en la historia humana, a conformar la cultura común. Es difícil explicar la centralidad social adquirida por retos como el cambio climático sin entender la importancia de las transferencias de la cultura científica a la cultura común y las interacciones que se producen entre ambos campos.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, en su acrónimo en inglés), ha construido una base científica rigurosa y consensuada para fundamentar políticas realistas y efectivas que respondan eficazmente a los riesgos climáticos. En este punto, la principal fuente de incertidumbre no está en las ciencias del clima, sino en las lecturas sociales, económicas y políticas que condicionan las respuestas dadas a la amenaza del cambio climático. De ahí deriva la importancia de lo que denominamos el “factor social”.
El “factor social”, es decir, la forma en que la población percibe y valora el cambio climático, es y será crucial para concretar cualquier acción de respuesta. Por una parte, condiciona la presión ciudadana sobre los tomadores de decisiones para que adopten políticas de respuesta más contundentes; por otra, influye en la disposición personal para aceptar y adoptar cambios significativos en la vida cotidiana, como los que están conectados con el modelo energético basado en los combustibles fósiles.
El proyecto RESCLIMA, sobre La relación entre ciencia y cultura común en las representaciones sociales del cambio climático: aportes a la educación y comunicación sobre los riesgos climáticos, explora la lógica compleja que preside la construcción del conocimiento común sobre el cambio climático y el papel que juega la cultura científica en este proceso. RESCLIMA obedece a la necesidad de ampliar los conocimientos sobre el “factor social” del cambio climático para su aplicación en el diseño de políticas, programas y recursos educativos y comunicativos sobre esta problemática socio-ambiental en particular y sobre la crisis ambiental en general.
Este espacio web está concebido como una herramienta para dar a conocer el proyecto y los resultados más destacables desde las primeras fases de su desarrollo, así como para generar una corriente de información multi-direccional con otros investigadores del campo y con la sociedad en general.